miércoles, 17 de abril de 2013

Madrugada

Hoy me desperté de la madrugada con ganas de escribir como casi siempre pasa durante estos casi dos años, con los pensamientos pidiéndome a gritos los liberáse, alargando sus frágiles brazos por las grietas que aún quedan... es difícil vivir así... con miles de voces gritándote muy adentro, invadiendo hasta tu propia alma, que ya no es tuya, es de ellos... Están  furiosos de tanto y tanto esperar, ya no sé que hacer con todos ellos, son uno sólo, son una bola de nieve que mientras va rodando va creciendo más... a veces se vuelven nostalgia, se vuelven tristeza, se vuelven niños olvidados en un parque, se vuelven tardes donde se esperaba un milagro, se vuelven noches donde la almohada ha dejado de ser tu cómplice porque los secretos son mortíferos y se vuelven nada cuando comienza a rayar el alva.

Hoy desperté como todos los días, de madrugada, aún con sueño, aún con el recuerdo de aquel miedo, de no haber dicho todo, de no haber dicho nada, de haber olvidado algo, de olvidarme de mí misma...