Las chicas de pronto sabían que eran todas para una... y la noche era una para todas. Noche tras noche, las chicas compartieron sus silencios, sus lágrimas, sus secretos... complicidad, intimidad, necesidad.
Las chicas conocían sus historias y por eso gustaban de lo mismo... de las noches! Oh Si! las noches en una ciudad que es arrastrada por sus vicios, por sus luces y que también las arrastraba sin encontrar resistencia...
Las chicas conocían cada calle, cada rincón donde no se pudiera parar de reír hasta la mañana del día siguiente, sabían como comenzar una nueva historia, una historia que solo podía ser escrita en una noche, con algún trago sobre la mesa, con un cigarro en los labios y terminar sin consciencia.... Porque era ahí, cuando la lengua hablaba, cuando decía cualquier cosa muy cierta, muy fantasiosa, muy patética y muy chistosa.
Y es que, las chicas solo querían divertirse, no importaba donde, no importaba cuando, no importaba quién seria la víctima de esa noche, no importaba... porque ellas reían, ellas olvidaban, porque querían divertirse y eso hacían, eso buscaban y eso les daba la ciudad por las noches, Aunque en sus casas, las luces seguían prendidas y el reloj seguía marcando las horas y miles de ideas se cruzaban.
Las chicas solo quieren divertirse! y eso han hecho durante tooodo este tiempo! más que chicas en busca de diversión, han sido amigas buscando vivir muchas historias juntas, a lo largo del tiempo han conseguido una cajita y la han llenado de recuerdos... de viajes, paseos por la playa, de conciertos, de clases de música, de navidades, de años nuevos, de cumpleaños, de amanecidas, de noches, de miles de noches fuera... y en cualquier parte!
Y ahora sigo yo, me voy yo... No me he canzado de divertirme, pero hay más mucho más, ha llegado la hora de mirar hacia delante, no solo buscando diversión.... sino buscando paz, tranquilidad, felicidad y el amor.