*Sin Inspiración*: Lamento Gatuno

"Chester"

Me gustan los felinos desde que tengo uso de razón, me gustan mucho más que cualquier otro animal... el felino más cercano y próximo a mis manos (y a las manos de la mayoría de las personas) es un gato. De este modo, antes de poder hablar y caminar, tenia por compañero de juegos a un gato... así me familiaricé mucho con ellos, hasta el punto en que he llegado a ser capaz de acariciar al gato mas arisco que se me ha cruzado... y eso que los gatos son muy desconfiados y uraños, es muy difícil adoptar a un gato, que éste llegue a quererte y demostrarte su afecto.

En secundaría, casualmente y muy atinadamente, obtuve el apodo de "leoncita" y esto no se debió a mi gustos felinos, ni a que me comporte como una fiera, no, no, nada de eso, ese singular sobrenombre se debió a que mi asiento en el salón de clase estaba en la parte de adelante y como siempre traia la cabellera suelta y voluminosa... pues no dejaba observar el pizarrón a mis compañeras de atrás.

Volviendo al tema de este post, debido a mi afinidad con los felinos y a que a lo largo de mi vida he ido creciendo siempre teniendo a alguno como mascota, sufriendo con alguna pérdida, desaparición y alegrandome con sus travesuras y piruetas.

Shorty, una gatita que encontre en la calle, justo en un momento oportuno, en mi casa no teniamos ningun gato y yo quería tener uno, así que ella apareció en la calle como mandada del cielo, trayéndome consigo mucha alegría. Shorty fue creciendo, era una gatita muy cariñosa, muy obediente e inteligente... a los meses la pequeña Shorty se convirtió en una señorita muy observada y perseguida por los gatos techeros que rondaban y maullaban sobre mi techo en las noches.

No faltó un gato buen mozo, un gato a rallas amarillas, que la enamoro y le dejó su paquetito de regalo, a los 3 meses, el 1ero de abril de este año, Shorty se convirtió en mamá y a mi me convirtió en abuela de 3 lindas gatitas y 1 gatito.

Los pequeñines fueron creciendo y eran mi adoración, al igual que Shorty... trataba de no encariñarme mucho con ellos, porque mi mamá no me permitiría quedarme con todos, solo con uno. Cuando tuvieron 2 meses mas o menos, fuí viendo como cada gatito se iba de mi casa, me aseguré que en su nuevo hogar iban a tener una vida cómoda o almenos aceptable.

Me quedé con un gatito y fué el machito, le puse de nombre Chester. Chester y Shorty, como madre e hijo, dormían juntos, comían juntos, jugaban juntos, Shorty le daba preferencias a Chester a la hora de la comida, como toda madre, lo mejor para el(los) hijo(s).

hace una semana mas o menos, Shorty desapareció de la casa, hasta ahora no ha vuelto y no sé que pasó con ella, no sé que pensar, si alguién se la llevó o si en uno de sus viajes techeros, comió algo envenenado y pasó a formar parte de otro mundo.

Hecho de menos a mi Shorty y espero que haya huído con algún gato a vivir la vida loca (prefiero pensar eso a pensar que le paso algo feo abuuu!!!!)

Chestersito extraña mucho a su mamá, se pone a maullar en el patio mirando hacia el techo, como llamándola, talvéz el sabe que ella nunca mas volverá =(

Debido a su tristeza no esta comiendo, se ha adelagazado mucho, tanto mi mamá como yo estamos preocupadas y le estamos prestando mucha atención, lo cargamos y arrullamos, le damos de comer y lo acariciamos hasta que termine con su ración.

Espero que mi gatito no muera de tristeza, dejaría un gran vacío en la casa, en su canastita y sobre todo... en mi corazón. No soportaría perderlo a el también, es lo que me dejó como recuerdo mi Shorty... Estes en donde estes mi niña, sabes que te quiero mucho y que has sido una buena compañera y una buena madre, gracias por toda la alegría que le has dado a mi vida, Shorty. Espero que no haya sido un adiós, el último día que te ví, sino un hasta pronto!

Aquí pongo algunas fotitos de Shorty para que la conoscan:

Shorty a los pocos días que llegó a casa.